ARISTOTELES Y FRANCIS BACON METODO INDUCTIVO Y DEDUCTIVO
Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, comparte con este una problemática y una metodología común.
Sin embargo, al sostener que la forma no existe de manera independiente de su encarnación en las cosas reales, acepta la importancia del conocimiento basado en la realidad y por lo tanto de la metodología para adquirirlo.
Las condiciones en que se adquiere el conocimiento, sistematizadas por Aristóteles en el método inductivo-deductivo, señalaron el camino que habría de recorrer el conocimiento científico, durante más de un milenio, lo que justifica un planteamiento esquemático de sus principios.
Según Aristóteles, las cosas particulares están constituidas por la unión de materia y forma. La materia es lo que hace que un particular sea un individuo único y la forma es aquello que lo constituye en miembro de una clase de cosas similares. Especificar la forma de un particular equivale a especificar las propiedades que comparte con otros de su clase y estas generalizaciones sobre las formas se extraen de la experiencia sensible, por medio de la inducción.
Existirían dos tipos de inducción, el primero consiste en la enumeración simple y en ella los enunciados sobre los objetos individuales se toman como base para una generalización sobre la especie de la que son miembros. El segundo tipo se basaría en la intuición directa de aquellos principios generales que están ejemplificados en los fenómenos observados.
La segunda etapa del conocimiento científico sería la etapa deductiva, mediante la cual, las generalizaciones logradas mediante la inducción, se usan como premisas para la deducción de enunciados sobre las observaciones iniciales.
El modelo esquemático del método sería:
Inducción Deducción
Observaciones —> principios explicativos —> deducciones Bacon y el método inductivo
Hay que recordar que para Bacon la ciencia debe tener un objetivo práctico: transformar la Naturaleza para ponerla al servicio del hombre, lo cual supone conocerla bien. Por tanto, también el método tiene finalidad práctica (y teórica, por supuesto).Bacon utiliza aquí una terminología particular. Todo cuerpo, escribe, posee múltiples naturalezas (propiedades, cualidades), las cuales tienen como causa inmanente una forma (esencia y ley inmanente). Bacon pretende que su concepto de «forma» nada tiene que ver con el concepto aristotélico correspondiente, lo cual no es del todo cierto. En cualquier caso, la «forma» siempre está oculta, y debe ser descubierta. Y lo interesante es esto: si descubrimos la «forma», podremos modificar las propiedades (o «naturalezas») de las cosas de un modo seguro, y no sólo por el azar de experimentos no dirigidos (como en la alquimia o la magia). Bacon perseguía fines prácticos como hacer un cristal más transparente, un hierro más ligero y resistente, etc. Así pues, el objetivo del método era conseguir «engendrar en un cuerpo una nueva o nuevas naturalezas, transformar unos cuerpos en otros, en la medida de lo posible».
El método para descubrir las formas es la inducción. Y tiene las siguientes partes:
1. Se reúnen todos los hechos que sean posibles acerca de la «naturaleza» que se quiera investigar. Por ejemplo, el calor. A esta parte la llama Bacon «Historia natural y experimental»
2. Se ordenan estos hechos según tres tablas: tabla de presencia (hechos en los que se da esa naturaleza o fenómeno), tabla de ausencia (hechos en los que no se da), tabla de grados (hechos en que varía). En la primera tabla se trata de reunir los hechos más dispares posibles; en cambio, en la tabla de ausencia se trata de recoger hechos semejantes a los de la primera tabla, pero tales que en ellos no se manifieste el fenómeno. Ambas tablas deben ir, pues, coordinadas entre sí. Por ejemplo, en la primera tabla recoge Bacon los rayos del Sol como primer hecho (en los que se da el calor), y en la segunda, los rayos de la Luna.
3. Se procede a la inducción propiamente dicha, la cual comienza por el procedimiento de exclusiones: excluir como «forma» aquello que no se encuentra cuando se da el fenómeno, o que se encuentra cuando no se da, o que aumenta cuando el fenómeno disminuye, o disminuye cuando el fenómeno aumenta. La coordinación de las dos primeras tablas facilita las exclusiones: en el ejemplo citado, Bacon dice que hay que excluir el fulgor y la luz como causa o «forma» del calor (puesto que hay luz en los rayos del Sol, pero también en los de la Luna). A base de exclusiones, dice Bacon, «quedará como en el fondo, desvaneciéndose en humo las opiniones volátiles, la forma positiva, sólida y verdadera, y bien determinada».
4. Ahora bien, Bacon reconoce que este trabajo es muy arduo y supone muchos rodeos. Por eso propone algunos auxiliares para la inducción. El primero es lo que llama «esbozo de interpretación», o «primera vendimia», que no es sino la formulación de una hipótesis provisional a partir de los casos en que la forma buscada parece encontrarse de un modo más claro. A continuación señala Bacon nueve auxiliares más para la inducción, de los cuales sólo desarrolló el primero: la enumeración de veintisiete «hechos preferentes».
En realidad, Bacon no inventó la inducción: ya fue utilizada desde los primeros filósofos griegos. Pero Bacon ve en la inducción de los antiguos una «anticipación» de la Naturaleza. Además, era una inducción que procedía por «simple enumeración» (de casos positivos), deficiencia que Bacon supo ver, por lo que junto a la tabla de «presencia» añadió la de «ausencia» y «grados», en lo cual consiste la verdadera innovación baconiana. Sin embargo, Bacon no consiguió perfeccionar su método inductivo, y finalmente pareció dejarse vencer por la complejidad del mismo.
Además, Bacon no llegó a captar el valor de las matemáticas, y cifró el objetivo de su método en la búsqueda de la «forma» (esencia) y de las «naturalezas» (cualidades). Justamente, los grandes científicos de esta época se orientarán en una dirección contraria: el método hipotético-deductivo, la matematización, la consideración cuantitativa. Bacon ignoró realmente la ciencia de su época y creó un método que nadie llegó a utilizar.
EL MÉTODO DEDUCTIVO
Antes
de iniciar unas breves pinceladas obre este método, es interesante
resaltar una distinción importante entre deductivismo y deducción, lo
mismo que podría establecerse entre inductivismo e inducción. La
deducción, tanto si es axiomática como matemática, puede emplearse de
manera que facilite el análisis estadísitco y el contraste. Sin embargo,
el deductivismo implica que la estadística y el conocimiento empírico
es tan transitorio que no vale la pena y que un primer análisis
deductivo puede proporcionar una mejor comprensión de un determinado
fenómeno (Pheby, 1988, pág. 14).
Las
primeras consideraciones del método deductivo podrían remontarse a los
trabajos de Descartes a comienzos del siglo XVII, en su afán de
encontrar un método que proporcionara un mejor conocimiento de las
diferentes esferas de actividad. Por consiguiente, los objetivos de
Bacon y Descartes eran similares, sin embargo, la forma de conseguirlos
era diametralmente opuesta. Descartes utilizaba la deducción y las
matemáticas como punto referencial, mientras que Bacon le prestaba muy
poca atención a estos instrumentos.
Centrándonos
en el deductivismo, se trata de un procedimiento que consiste en
desarrollar una teoría empezando por formular sus puntos de partida o
hipótesis básicas y deduciendo luego sus consecuencia con la ayuda de
las subyacentes teorías formales. Sus partidarios señalan que toda
explicación verdaderamente científica tendrá la misma estructura lógica,
estará basada en una ley universal, junto a ésta, aparecen una serie de
condicionantes iniciales o premisas, de las cuales se deducen las
afirmaciones sobre el fenómeno que se quiere explicar.
El
argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de
que se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método
deductivo, se suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de
forma que partiendo de unos enunciados de carácter universal y
utilizando instrumentos científicos, se infieren enunciados
particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de
partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no
demostrables, o hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son
hipótesis contrastables.
Las
leyes universales vendrán dadas por proposiciones del tipo “en todos
los casos en los que se da el fenómeno A, se da también el fenómeno B.
Estas leyes tendrán un carácter determinista cuando se refieran a
fenómenos >”B” individuales y carácter estocástico cuando hagan
mención a clases de fenómenos “B” que se den con una cierta
probabilidad.
La actuación seguida por el investigador sería la siguiente:
1.
Planteamiento del conjunto axiomático de partida. El criterio que debe
seguirse en esta etapa debe ser el de la sencillez. Los supuestos deben
incorporar sólo las características más importantes de los fenómenos,
debiendo ser eliminadas las irrelevantes. Debe existir coherencia entre
los postulados, sin que haya contradicción entre unos y otros.
2. Proceso de deducción lógica, partiendo siempre de los postulados iniciales, es decir, de la etapa anterior.
3.
Enunciado de leyes de carácter general, a los que se llegará partiendo
del conjunto axiomático y a través del proceso de deducción.
Del
procedimiento lógico se infiere que las explicaciones y predicciones
siguen las mismas reglas de deducción, la única diferencia está en que
la explicación se produce una vez que ha ocurrido el suceso, mientras
que la predicción tienen un carácter apriorístico.
Para
citar una causa determinada como explicación de un fenómeno concreto,
hemos de someterlo a una ley universal. En el caso de la predicción,
partimos de una ley universal y de un conjunto de premisas deduciendo de
ellos proposiciones acerca del fenómeno desconocido.
La
idea de la existencia de un paralelismo entre la naturaleza de las
explicaciones y de las predicciones ha sido denominada “tesis de la
simetría”. Este concepto ha suscitado numerosas críticas. Se argumenta
que la predicción no tiene por qué implicar explicación, e incluso que
la explicación no tiene por qué implicar predicción alguna. Esta
conclusión nos parece razonable, en cuanto que para predecir el valor
futuro de una variable basándonos en sus valores históricos no es
necesario explicar la naturaleza de la misma, basta con aplicar los
métodos estadísticos apropiados. Igualmente, para explicar la naturaleza
de la variable no es necesario extrapolar valores futuros. A estos
efectos comenta Blaug (1985, pág. 22): “Mientras para la predicción es
suficiente con que exista correlación entre dos variables, par la
explicación es necesario saber acerca de la naturaleza de las variables y
de algo que determine cuál es la variable causa y cuál la variable
efecto”.
Por
último, finalizaremos la descripción del método deductivo afirmando
que, dada la dificultad para contrastar empíricamente las hipótesis
básicas, se da cada vez un mayor grado de abstracción de las teorías
construidas a partir de este procedimiento, lo que conlleva la
construcción de modelos como representación simplificada de la realidad,
con el consiguiente riesgo de separación entre modelo y realidad. Sin
embargo, es preciso señalar, como apunta Pheby (1988, pág. 14), que
existe una clara separación entre deductivismo y los procedimientos de
deducción que habitualmente se emplean en economía. La deducción, sea
axiomática o matemática, puede ser empleada para facilitar los análisis
estadísticos y test de hipótesis, en cambio el deductivismo postula que
el conocimiento estadístico y empírico es transitorio, un primer
análisis deductivo puede proporcionar mejor comprensión de los
fenómenos.
DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE EL MÉTODO DEDUCTIVO Y EL MÉTODO INDUCTIVO
La
diferencia fundamental entre el método deductivo y el método inductivo
es que el primero aspira a demostrar, mediante la lógica pura, la
conclusión en su totalidad a partir de unas premisas, de manera que se
garantiza la veracidad de las conclusiones, si no se invalida la lógica
aplicada.
Por
el contrario, el método inductivo crea leyes a partir de la observación
de los hechos, mediante la generalización del comportamiento observado;
en realidad, lo que realiza es una especie de generalización, sin que
por medio de la lógica pueda conseguir una demostración de las citadas
leyes o conjunto de conclusiones.
Dichas
conclusiones podrían ser falsas y, al mismo tiempo, la aplicación
parcial efectuada de la lógica podría mantener su validez; por eso, el
método inductivo necesita una condición adicional, su aplicación se
considera válida mientras no se encuentre ningún caso que no cumpla el
modelo propuesto. ANALISIS:El método de inducción-deducción se utiliza con los hechos particulares,siendo deductivo en un sentido, de lo general a lo particular, e inductivo en
sentido contrario, de lo particular a lo general.
BACON hace de lo inductivo en hechos de la naturaleza que los reune a todos la cual las ordena en tablas tambien
la inducción es un proceso mental que consiste en inferir de algunos casos particulares observados la ley general que los rige y que vale para todos los de la misma especie.
La inducción y la deducción no son formas diferentes de razonamiento, ambas son formas de inferencia.
LAS DEDUCTIVAS:
La característica que define un argumento deductivo válido es que es imposible que sean verdaderas todas las premisas y la conclusión falsa, porque la información contenida en la conclusión ya está almacenada en las premisas, tomadas colectivamente. Los cálculos matemáticos son inferencias deductivas. Las inferencias deductivas, sea cual sea su extensión, han sido codificadas, y se han establecido reglas para su validez.
Las explicaciones de ciertos resultados experimentales mediante teorías utilizan inferencias inductivas.