domingo, 10 de junio de 2012

 ARISTOTELES Y FRANCIS BACON METODO INDUCTIVO Y DEDUCTIVO
Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, comparte con este una problemática y una metodología común. Sin embargo, al sostener que la forma no existe de manera independiente de su encarnación en las cosas reales, acepta la importancia del conocimiento basado en la realidad y por lo tanto de la metodología para adquirirlo. Las condiciones en que se adquiere el conocimiento, sistematizadas por Aristóteles en el método inductivo-deductivo, señalaron el camino que habría de recorrer el conocimiento científico, durante más de un milenio, lo que justifica un planteamiento esquemático de sus principios. Según Aristóteles, las cosas particulares están constituidas por la unión de materia y forma. La materia es lo que hace que un particular sea un individuo único y la forma es aquello que lo constituye en miembro de una clase de cosas similares. Especificar la forma de un particular equivale a especificar las propiedades que comparte con otros de su clase y estas generalizaciones sobre las formas se extraen de la experiencia sensible, por medio de la inducción. Existirían dos tipos de inducción, el primero consiste en la enumeración simple y en ella los enunciados sobre los objetos individuales se toman como base para una generalización sobre la especie de la que son miembros. El segundo tipo se basaría en la intuición directa de aquellos principios generales que están ejemplificados en los fenómenos observados. La segunda etapa del conocimiento científico sería la etapa deductiva, mediante la cual, las generalizaciones logradas mediante la inducción, se usan como premisas para la deducción de enunciados sobre las observaciones iniciales. El modelo esquemático del método sería: Inducción Deducción Observaciones —> principios explicativos —> deducciones 

Bacon y el método inductivo

Hay que recordar que para Bacon la ciencia debe tener un objetivo práctico: trans­formar la Naturaleza para ponerla al servicio del hombre, lo cual supone conocerla bien. Por tanto, también el método tiene finalidad práctica (y teórica, por supuesto).
Bacon utiliza aquí una terminología particular. Todo cuerpo, escribe, posee múl­tiples naturalezas (propiedades, cualidades), las cuales tienen como causa inmanente una forma (esencia y ley inmanente). Bacon pretende que su concepto de «forma» nada tiene que ver con el concepto aristotélico correspondiente, lo cual no es del todo cierto. En cualquier caso, la «forma» siempre está oculta, y debe ser descubierta. Y lo interesante es esto: si descubrimos la «forma», podremos modificar las propiedades (o «naturalezas») de las cosas de un modo seguro, y no sólo por el azar de experimentos no dirigidos (como en la alquimia o la magia). Bacon perseguía fines prácticos como hacer un cristal más transparente, un hierro más ligero y resistente, etc. Así pues, el objetivo del método era conseguir «engendrar en un cuerpo una nueva o nuevas naturalezas, transformar unos cuerpos en otros, en la medida de lo posible».
El método para descubrir las formas es la inducción. Y tiene las siguientes partes:
1. Se reúnen todos los hechos que sean posibles acerca de la «naturaleza» que se quiera investigar. Por ejemplo, el calor. A esta parte la llama Bacon «Historia natural y experimental»
2. Se ordenan estos hechos según tres tablas: tabla de presencia (hechos en los que se da esa naturaleza o fenómeno), tabla de ausencia (hechos en los que no se da), tabla de grados (hechos en que varía). En la primera tabla se trata de reunir los hechos más dispares posibles; en cambio, en la tabla de ausencia se trata de recoger hechos semejantes a los de la primera tabla, pero tales que en ellos no se manifieste el fenómeno. Ambas tablas deben ir, pues, coordinadas entre sí. Por ejemplo, en la primera tabla recoge Bacon los rayos del Sol como primer hecho (en los que se da el calor), y en la segunda, los rayos de la Luna.
3. Se procede a la inducción propiamente dicha, la cual comienza por el pro­cedimiento de exclusiones: excluir como «forma» aquello que no se encuentra cuando se da el fenómeno, o que se encuentra cuando no se da, o que aumenta cuando el fenómeno disminuye, o disminuye cuando el fenómeno aumenta. La coordinación de las dos primeras tablas facilita las exclusiones: en el ejemplo citado, Bacon dice que hay que excluir el fulgor y la luz como causa o «forma» del calor (puesto que hay luz en los rayos del Sol, pero también en los de la Luna). A base de exclusiones, dice Bacon, «quedará como en el fondo, desvaneciéndose en humo las opiniones volátiles, la forma positiva, sólida y verdadera, y bien determinada».
4. Ahora bien, Bacon reconoce que este trabajo es muy arduo y supone muchos rodeos. Por eso propone algunos auxiliares para la inducción. El primero es lo que llama «esbozo de interpretación», o «primera vendimia», que no es sino la formulación de una hipótesis provisional a partir de los casos en que la forma buscada parece encontrarse de un modo más claro. A continuación señala Bacon nueve auxiliares más para la inducción, de los cuales sólo de­sarrolló el primero: la enumeración de veintisiete «hechos preferentes».
En realidad, Bacon no inventó la inducción: ya fue utilizada desde los primeros filósofos griegos. Pero Bacon ve en la inducción de los antiguos una «anticipación» de la Naturaleza. Además, era una inducción que procedía por «simple enumeración» (de casos positivos), deficiencia que Bacon supo ver, por lo que junto a la tabla de «pre­sencia» añadió la de «ausencia» y «grados», en lo cual consiste la verdadera innovación baconiana. Sin embargo, Bacon no consiguió perfeccionar su método inductivo, y finalmente pareció dejarse vencer por la complejidad del mismo.
Además, Bacon no llegó a captar el valor de las matemáticas, y cifró el objetivo de su método en la búsqueda de la «forma» (esencia) y de las «naturalezas» (cualidades). Justamente, los grandes científicos de esta época se orientarán en una dirección con­traria: el método hipotético-deductivo, la matematización, la consideración cuantitativa. Bacon ignoró realmente la ciencia de su época y creó un método que nadie llegó a utilizar. 
EL MÉTODO DEDUCTIVO

Antes de iniciar unas breves pinceladas obre este método, es interesante resaltar una distinción importante entre deductivismo y deducción, lo mismo que podría establecerse entre inductivismo e inducción. La deducción, tanto si es axiomática como matemática, puede emplearse de manera que facilite el análisis estadísitco y el contraste. Sin embargo, el deductivismo implica que la estadística y el conocimiento empírico es tan transitorio que no vale la pena y que un primer análisis deductivo puede proporcionar una mejor comprensión de un determinado fenómeno (Pheby, 1988, pág. 14).

Las primeras consideraciones del método deductivo podrían remontarse a los trabajos de Descartes a comienzos del siglo XVII, en su afán de encontrar un método que proporcionara un mejor conocimiento de las diferentes esferas de actividad. Por consiguiente, los objetivos de Bacon y Descartes eran similares, sin embargo, la forma de conseguirlos era diametralmente opuesta. Descartes utilizaba la deducción y las matemáticas como punto referencial, mientras que Bacon le prestaba muy poca atención a estos instrumentos.

Centrándonos en el deductivismo, se trata de un procedimiento que consiste en desarrollar una teoría empezando por formular sus puntos de partida o hipótesis básicas y deduciendo luego sus consecuencia con la ayuda de las subyacentes teorías formales. Sus partidarios señalan que toda explicación verdaderamente científica tendrá la misma estructura lógica, estará basada en una ley universal, junto a ésta, aparecen una serie de condicionantes iniciales o premisas, de las cuales se deducen las afirmaciones sobre el fenómeno que se quiere explicar.


El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables.

Las leyes universales vendrán dadas por proposiciones del tipo “en todos los casos en los que se da el fenómeno A, se da también el fenómeno B. Estas leyes tendrán un carácter determinista cuando se refieran a fenómenos >”B” individuales y carácter estocástico cuando hagan mención a clases de fenómenos “B” que se den con una cierta probabilidad.


La actuación seguida por el investigador sería la siguiente:

1. Planteamiento del conjunto axiomático de partida. El criterio que debe seguirse en esta etapa debe ser el de la sencillez. Los supuestos deben incorporar sólo las características más importantes de los fenómenos, debiendo ser eliminadas las irrelevantes. Debe existir coherencia entre los postulados, sin que haya contradicción entre unos y otros.

2. Proceso de deducción lógica, partiendo siempre de los postulados iniciales, es decir, de la etapa anterior.

3. Enunciado de leyes de carácter general, a los que se llegará partiendo del conjunto axiomático y a través del proceso de deducción.

Del procedimiento lógico se infiere que las explicaciones y predicciones siguen las mismas reglas de deducción, la única diferencia está en que la explicación se produce una vez que ha ocurrido el suceso, mientras que la predicción tienen un carácter apriorístico.


Para citar una causa determinada como explicación de un fenómeno concreto, hemos de someterlo a una ley universal. En el caso de la predicción, partimos de una ley universal y de un conjunto de premisas deduciendo de ellos proposiciones acerca del fenómeno desconocido.

La idea de la existencia de un paralelismo entre la naturaleza de las explicaciones y de las predicciones ha sido denominada “tesis de la simetría”. Este concepto ha suscitado numerosas críticas. Se argumenta que la predicción no tiene por qué implicar explicación, e incluso que la explicación no tiene por qué implicar predicción alguna. Esta conclusión nos parece razonable, en cuanto que para predecir el valor futuro de una variable basándonos en sus valores históricos no es necesario explicar la naturaleza de la misma, basta con aplicar los métodos estadísticos apropiados. Igualmente, para explicar la naturaleza de la variable no es necesario extrapolar valores futuros. A estos efectos comenta Blaug (1985, pág. 22): “Mientras para la predicción es suficiente con que exista correlación entre dos variables, par la explicación es necesario saber acerca de la naturaleza de las variables y de algo que determine cuál es la variable causa y cuál la variable efecto”.

Por último, finalizaremos la descripción del método deductivo afirmando que, dada la dificultad para contrastar empíricamente las hipótesis básicas, se da cada vez un mayor grado de abstracción de las teorías construidas a partir de este procedimiento, lo que conlleva la construcción de modelos como representación simplificada de la realidad, con el consiguiente riesgo de separación entre modelo y realidad. Sin embargo, es preciso señalar, como apunta Pheby (1988, pág. 14), que existe una clara separación entre deductivismo y los procedimientos de deducción que habitualmente se emplean en economía. La deducción, sea axiomática o matemática, puede ser empleada para facilitar los análisis estadísticos y test de hipótesis, en cambio el deductivismo postula que el conocimiento estadístico y empírico es transitorio, un primer análisis deductivo puede proporcionar mejor comprensión de los fenómenos.

DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE EL MÉTODO DEDUCTIVO Y EL MÉTODO INDUCTIVO

La diferencia fundamental entre el método deductivo y el método inductivo es que el primero aspira a demostrar, mediante la lógica pura, la conclusión en su totalidad a partir de unas premisas, de manera que se garantiza la veracidad de las conclusiones, si no se invalida la lógica aplicada.

Por el contrario, el método inductivo crea leyes a partir de la observación de los hechos, mediante la generalización del comportamiento observado; en realidad, lo que realiza es una especie de generalización, sin que por medio de la lógica pueda conseguir una demostración de las citadas leyes o conjunto de conclusiones.
Dichas conclusiones podrían ser falsas y, al mismo tiempo, la aplicación parcial efectuada de la lógica podría mantener su validez; por eso, el método inductivo necesita una condición adicional, su aplicación se considera válida mientras no se encuentre ningún caso que no cumpla el modelo propuesto. ANALISIS:
El método de inducción-deducción se utiliza con los hechos particulares,siendo deductivo en un sentido, de lo general a lo particular, e inductivo en
sentido contrario, de lo particular a lo general.
BACON hace de lo inductivo en hechos de la naturaleza que los reune a todos la cual las ordena en tablas tambien
la inducción es un proceso mental que consiste en inferir de algunos casos particulares observados la ley general que los rige y que vale para todos los de la misma especie.
 La inducción y la deducción no son formas diferentes de razonamiento, ambas son formas de inferencia.
 LAS DEDUCTIVAS:
La característica que define un argumento deductivo válido es que es imposible que sean verdaderas todas las premisas y la conclusión falsa, porque la información contenida en la conclusión ya está almacenada en las premisas, tomadas colectivamente. Los cálculos matemáticos son inferencias deductivas. Las inferencias deductivas, sea cual sea su extensión, han sido codificadas, y se han establecido reglas para su validez.
Las explicaciones de ciertos resultados experimentales mediante teorías utilizan inferencias inductivas.